Angélica Sandoval Marmolejo

External Communications & Corporate Social Responsability

Cada vez es más común escuchar hablar sobre la relevancia del storytelling  a la hora de posicionar un producto, marca, servicio, o incluso a una figura pública, sin embargo, ¿por qué las historias son relevantes a la hora de comunicar tal o cual mensaje?

A fin de lograr una comunicación eficaz sobre lo que se quiere comunicar es necesario tener en cuenta a quiénes queremos llegar, pues en la medida en que conozcamos a nuestro público objetivo podremos dirigirnos a ellos y lograr un vínculo que puede estar basado en las historias.

¿Y por qué a través de las historias? Se dice que una comunicación efectiva es aquella que logra transmitir tal o cual mensaje de forma sencilla y entendible para quien lo recibe, lo cual también deberá estar basado en una relación bidireccional donde ambos jugadores —emisor y receptor— comparten un contexto, lenguaje, idioma, e incluso referentes históricos y culturales, y una manera de lograr un terreno de juego común para ambos es la búsqueda de una historia que los identifique simultáneamente.

En su libro “The Storytelling Animal”, Jonathan Gottschall sostiene que los seres humanos somos ‘criaturas de historias’, en tanto que las historias marcan casi cualquier aspecto de la vida y, sobre todo, de la convivencia humana, pues son fuentes de información y experiencia indirecta, es decir, se trata de un juego cognitivo que nos ha permitido evolucionar como especie.

Pensemos en la facilidad en la que los niños crean historias para contar sus intereses o inquietudes; aquí los personajes más estrafalarios o imaginativos son parte de escenarios que por más extraños que parezcan, son creíbles porque existen dentro de una historia que los enmarca.

Ahora bien, en una etapa adulta, nuestro interés en las historias no desaparece, al contrario, son parte de nuestra vida diaria, pues incluso nos ayudan a tomar decisiones acerca de comprar cierta bebida de café porque es la que trabaja con pequeños productores en Chiapas, o dicha marca de ropa porque me identifico con sus valores; o es una historia la que me lleva a ser partidaria de ese equipo de futbol y no al de mi mejor amiga.

De este modo, las historias deben ser un elemento clave a la hora de plantear una estrategia de comunicación efectiva que busque el posicionamiento entre la opinión pública, pues sin una historia de por medio, difícilmente el público objetivo podrá sentirse identificado con mi marca, producto o servicio, e incluso mis mensajes pueden perder fuerza (por más sencilla que sea su redacción), si no se encuentran enmarcados en valores y referentes comunes dados por una historia.