María Bárbara Marcen Abascal

Chief Compliance Officer Baker McKenzie México

Hace unas semanas tuve la oportunidad de volver a ver la película de una gran mujer y me encantaría poder abrir esta pequeña nota con una frase de ella, Chavela Vargas, quien, en el 2012 en la Ciudad de México, se despidió de nosotros de una forma amorosa pero siempre auténtica.

Su película empieza con una fabulosa frase que dice así: !!! Empecemos con, para donde voy, es más interesante para todo el mundo, no de dónde vienes, sino para dónde vas!!!!

Complementando esta fabulosa frase hace poco leí un extracto, de esos escritos que te dejan reflexionando por días. Y decía:

Para poder llegar a tu destino debes tener claro …. ¿cuál es este? Muchas veces caminamos sin un rumbo y esto nos puede pasar por mucho tiempo, hasta se puede volver un hábito durante la mayor parte de nuestras vidas, sin embargo, siempre llega un acontecimiento, un momento, un instante en nuestra vida, que nos aclara nuestro propio rumbo o sentido.

Recuerden aquel maravilloso libro  “El hombre en busca de sentido” de Victor Frank, ¿Lo has leído?, sino lo has hecho, te lo recomiendo ampliamente. Hay una parte del libro que nos muestra la importancia de tener un sentido no importando qué situación estemos viviendo.

El sentido es el elemento clave de nuestra propia existencia, y ese sentido tiene que ver con nuestro propósito mismo que siempre está alineado a nuestra propia unicidad o autenticidad.

Estoy segura de que todas tenemos un propósito en lo profundo de nuestro corazón que nos es el motor fundamental de nuestras vidas, es cómo una brújula, que nos encamina a acercarnos a aquello que más nos apasiona y nos hace sentir plenas, perfectas y completas en cada momento, y es por eso, que el mismo solo puede surgir de nuestra propia autenticidad.

Y ahí ….. cuando descubrimos nuestro propósito, cada uno de nuestros días cobran sentido para ser vividos intensamente, un constante vivir en plenitud.

Al asimilar el tema del propósito y la capacidad de vivir intensamente el presente, y lo uno a la creación de un “Plan y programa de Compliance”, claramente puedo hacer la analogía de que se debe de tener un propósito siempre y luego vivirlo intensamente.

El propósito se traduce al destino o resultado final que queremos ver materializado pudiendo ser la ética, el cumplimiento, la responsabilidad profesional, el impacto social o ambiental, los derechos humanos, la creación de una cultura de liderazgo, sinergia o transversal, el éxito de los negocios, la sustentabilidad, sostenibilidad, o todos los anteriores juntos. Es lo que mueve un programa de compliance, su razón de ser.

Al vivir intensamente nuestro propósito día a día, buscamos la mejor fórmula de implementación acompañada de la ejecución forma apasionada y orgánicamente continua, hasta llevarnos a observar el grado de madurez de nuestro plan o programa por medio del análisis y la mejora continua.

Te invito a que materialices tus sueños mientras disfrutas intensamente el camino ya sea en el mundo de Compliance o en tu propia vida.

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